6 sept 2011

Savia basura

Era la savia basura entrando
en la carne.
La basura hizo semillas en el fuego mundo y
se volvió las carcajadas de la muerte.

Acaso habrá muertes, se preguntan los indios del norte del Amazonas,
mientras las calles sucias escupen sus blancas sales plásticas
hacia los que se atreven a jugar con su propia basura interior.

Mentira lo que dicen todos, cómo no va a saber
a dioses la basura que estamos construyendo si somos
los dioses de la nada bailando sin sentido. Una carne hecha elementos
que sólo piensan en autocomplacerse o autoflagelarse.

Todo rebota en la esfera infinitas de las ciudades como la nuestra,
donde brota la savia que nos encanta y nos vuelve otra vez monos
con papeles de colores sumergidos en la guata.

Ahora que vengan todos a correr por las praderas del mal.
Si son malos elllos, ¿por qué llorar?
Más malos contra lo malo, a ver si se la pueden cuando hordas
de probadores de la savia de los árboles de la muerte
vengan en feroces caballos mientras tambores asquerosos anuncian
el nuevo día. A ver si existen personas con temple que puedan detener la llamarada de la muerte y los estómagos rugiendo sin final.

Punto final.

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habla antes que el Dios del mono afiebrado realice la oración mortuoria de los siete planetas secretos intraterrestres