5 sept 2011

Silencio del padre Universo-Insecto ante Javiera

Una galería completa, creada por los insectos siervos amarillos
se asoma entre naves que vigilan el cielo
de las galaxias caníbales.

Todo el rojo del universo interior próximo arremete en mi oído, mientras espirales de viento
son vacíos que resuenan en las caracolas.

Todavía no se llama porque no tenemos nada, mientras el Sol nos avisa
que seguimos teniendo del por un tiempito más.
Quisiera decir tanto, pero el padre universo-insecto nos invita a callar.
El mar se queja noche y día por algo de atención, mientras millones de pies avanzan solteros hacia la marejada entrante.
La noche es una maravilla vista desde los pulmones de una polilla, luces
que enviamos a través de los valles repletos de esferas traslúcidas.

Somos el silencio del padre, que no tiene formas y se asoma como
la gran vagina universal. Es mentira cualquier palabra, pues apenas tenemos piedritas
en la boca para destrozar los enormes ventanales de la vida.

En tanto, Javiera asoma sus rayos gama a las muelas del horror y quema la muerte en cuatrocientas quimeras infernales. Tambores flemáticos se evaporan y no queda más que tu corazón abierto que es la semilla del mundo habitable terreno, esporas de la vida verdadera del Sol que ilumina todavía.

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habla antes que el Dios del mono afiebrado realice la oración mortuoria de los siete planetas secretos intraterrestres