Toda confluencia termina por crear elementos de dudosa cuantía e importancia. Aquí, justamente en este momento, hemos de ser testigos de la mayor obra producida por el conjunto de la humanidad,
El cuerpo del hombre reside ahora en elementos capaces de sobrevivir la eternidad y otras formas de vida que se consumen por la vorágine circundante. No hay ninguna etiqueta, categoría posible. El futuro está aquí, bajo nuestros bolsillos llenos de metales y papeles de plástico.
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habla antes que el Dios del mono afiebrado realice la oración mortuoria de los siete planetas secretos intraterrestres